El mundo de la tecnología es uno de los principales motores que impulsa la sociedad actual, tanto por sus grandes y constantes logros como por la rápida absorción que la sociedad realiza de ella. Uno de los que ha tenido una enorme repercusión en los últimos años han sido las impresoras 3D y sus muchas y diferentes aplicaciones posibles.
Las impresoras 3D llevan ya más de 3 décadas en el mercado. Aunque en un principio sus costes eran demasiado elevados, hoy en día su precio se ha reducido notablemente por lo que su uso se ha democratizado, permitiendo, entre otros objetos, la creación de figuras exactas mediante software de modelado en 3D. Como consecuencia, se han conseguido grandes avances en los distintos sectores profesionales.
La versatilidad de las impresoras 3D en sus diferentes aplicaciones ha sido posible gracias al amplio abanico de materiales que se pueden utilizar en ellas. Los más comunes son el ABS y el PLA.
El ABS es un plástico extremadamente duro y resistente a las altas temperatura. En el caso del PLA, es un plástico más blando, de impresión rápida que no emite gases en el proceso. Sin embargo, eso es solo la punta del iceberg, son tantos los materiales, que con las impresiones 3D se consiguen las utilidades más variopintas.
Gracias a Sicnova, una de las empresas españolas especializada en la venta y asesoramiento de impresoras 3d, se ha llevado a cabo la siguiente recopilación de información sobre este medio tecnológico y de sus principales aplicaciones en la actualidad.
La tecnología 3D ha permitido acelerar los avances en el mundo de la salud. Estas máquinas permiten, por ejemplo, crear de forma automática prótesis, con una reducción considerable de los costes. Así mismo, aligeran enormemente el trabajo de los profesionales, que se vuelven más productivos. Estas son algunas de las aplicaciones más habituales en el área de la medicina.
Una de las grandes revoluciones de las impresoras 3D ha sido la creación de material quirúrgico totalmente adaptado a la forma del cuerpo humano para facilitar las intervenciones médicas.
Estas máquinas, gracias a la enorme cantidad y variedad de filamentos impresoras 3d que pueden utilizar, permiten adaptarse a la necesidad de cada paciente. Después de introducir los datos concretos de cada uno de ellos, es posible crear medicamentos personalizados, con la dosis justa y necesaria de cada compuesto activo según las necesidades.
Al igual que ocurre en el caso de los medicamentos, también se pueden imprimir alimentos. De este modo, la tecnología 3D permite garantizar una serie de propiedades en relación a las dietas.
Los alimentos que se fabrican a partir de la tecnología 3D suelen ser extremadamente saludable, al controlar los componentes que la forman. De este modo, se controla tanto aquello que se necesita, como ciertas proteínas, o descartar los ingredientes que provocan alergias, por ejemplo.
Aquellas personas que tienen dificultades para tragar o masticar se pueden elaborar alimentos que sean fáciles de digerir.
Los cartuchos que contienen los ingredientes le proporcionan la viscosidad deseada al alimento, al igual que la temperatura, adaptando casi cualquier característica de los alimentos que se van a tomar.
Especial mención merece las distintas formas que adoptan los platos elaborados, por lo que son muy utilizadas por los grandes chefs en la cocina creativa.
Un ejemplo concreto de aplicaciones de la impresión 3D en la educación está relacionado con la biología. Con estas máquinas se hace posible crear modelos exactos de órganos humanos para que el alumnado pueda explorarlos directamente. No obstante, se trata de una herramienta que va más allá de materias como las ciencias o la tecnología.
La tecnología 3D se utiliza ya de forma interdisciplinar para aportar valor a todas las áreas de la educación, ofreciendo a maestros y profesores una gran variedad de recursos que permiten tener al alcance vías alternativas para transmitir conceptos.
La impresión 3D en la educación facilita, entre otras cosas, captar una mayor atención e interés por parte de los alumnos, estimulando su interacción y participación. De este modo, se genera una nueva relación entre los propios alumnos y entre estos y la asignatura. Así mismo, es una herramienta sumamente útil a la hora de convertir la teoría en práctica, creando modelos didácticos tangibles. Cabe destacar que este modelo de aprendizaje potencia el desarrollo de múltiples inteligencias.
Como cabe suponer, las diferentes aplicaciones de la impresión 3D no acaban aquí. Se utiliza también en la creación de ropa, juguetes o esculturas. Es posible que, con el paso del tiempo, todo el mundo cuente con una de estas máquinas en casa, como las que se encuentran en la tienda impresoras 3d Sicnova. El límite de sus utilidades solo se encuentra en la imaginación de sus usuarios.
Las impresoras 3D llevan ya más de 3 décadas en el mercado. Aunque en un principio sus costes eran demasiado elevados, hoy en día su precio se ha reducido notablemente por lo que su uso se ha democratizado, permitiendo, entre otros objetos, la creación de figuras exactas mediante software de modelado en 3D. Como consecuencia, se han conseguido grandes avances en los distintos sectores profesionales.
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Versatilidad de la impresora 3D
La versatilidad de las impresoras 3D en sus diferentes aplicaciones ha sido posible gracias al amplio abanico de materiales que se pueden utilizar en ellas. Los más comunes son el ABS y el PLA.
El ABS es un plástico extremadamente duro y resistente a las altas temperatura. En el caso del PLA, es un plástico más blando, de impresión rápida que no emite gases en el proceso. Sin embargo, eso es solo la punta del iceberg, son tantos los materiales, que con las impresiones 3D se consiguen las utilidades más variopintas.
Gracias a Sicnova, una de las empresas españolas especializada en la venta y asesoramiento de impresoras 3d, se ha llevado a cabo la siguiente recopilación de información sobre este medio tecnológico y de sus principales aplicaciones en la actualidad.
Medicina
La tecnología 3D ha permitido acelerar los avances en el mundo de la salud. Estas máquinas permiten, por ejemplo, crear de forma automática prótesis, con una reducción considerable de los costes. Así mismo, aligeran enormemente el trabajo de los profesionales, que se vuelven más productivos. Estas son algunas de las aplicaciones más habituales en el área de la medicina.
✓ Material quirúrgico adaptado
Una de las grandes revoluciones de las impresoras 3D ha sido la creación de material quirúrgico totalmente adaptado a la forma del cuerpo humano para facilitar las intervenciones médicas.
✓ Medicamentos personalizados
Estas máquinas, gracias a la enorme cantidad y variedad de filamentos impresoras 3d que pueden utilizar, permiten adaptarse a la necesidad de cada paciente. Después de introducir los datos concretos de cada uno de ellos, es posible crear medicamentos personalizados, con la dosis justa y necesaria de cada compuesto activo según las necesidades.
Cocina
Al igual que ocurre en el caso de los medicamentos, también se pueden imprimir alimentos. De este modo, la tecnología 3D permite garantizar una serie de propiedades en relación a las dietas.
✓ Saludable
Los alimentos que se fabrican a partir de la tecnología 3D suelen ser extremadamente saludable, al controlar los componentes que la forman. De este modo, se controla tanto aquello que se necesita, como ciertas proteínas, o descartar los ingredientes que provocan alergias, por ejemplo.
✓ Fáciles de digerir
Aquellas personas que tienen dificultades para tragar o masticar se pueden elaborar alimentos que sean fáciles de digerir.
✓ Control de propiedades
Los cartuchos que contienen los ingredientes le proporcionan la viscosidad deseada al alimento, al igual que la temperatura, adaptando casi cualquier característica de los alimentos que se van a tomar.
Especial mención merece las distintas formas que adoptan los platos elaborados, por lo que son muy utilizadas por los grandes chefs en la cocina creativa.
Educación
Un ejemplo concreto de aplicaciones de la impresión 3D en la educación está relacionado con la biología. Con estas máquinas se hace posible crear modelos exactos de órganos humanos para que el alumnado pueda explorarlos directamente. No obstante, se trata de una herramienta que va más allá de materias como las ciencias o la tecnología.
La tecnología 3D se utiliza ya de forma interdisciplinar para aportar valor a todas las áreas de la educación, ofreciendo a maestros y profesores una gran variedad de recursos que permiten tener al alcance vías alternativas para transmitir conceptos.
La impresión 3D en la educación facilita, entre otras cosas, captar una mayor atención e interés por parte de los alumnos, estimulando su interacción y participación. De este modo, se genera una nueva relación entre los propios alumnos y entre estos y la asignatura. Así mismo, es una herramienta sumamente útil a la hora de convertir la teoría en práctica, creando modelos didácticos tangibles. Cabe destacar que este modelo de aprendizaje potencia el desarrollo de múltiples inteligencias.
Como cabe suponer, las diferentes aplicaciones de la impresión 3D no acaban aquí. Se utiliza también en la creación de ropa, juguetes o esculturas. Es posible que, con el paso del tiempo, todo el mundo cuente con una de estas máquinas en casa, como las que se encuentran en la tienda impresoras 3d Sicnova. El límite de sus utilidades solo se encuentra en la imaginación de sus usuarios.