La brecha salarial de género persiste como un desafío en Europa. Según datos de 2022, las mujeres en la Unión Europea ganan, en promedio, un 12,7% menos por hora que los hombres (Parlamento Europeo). En España, esta diferencia es del 8,9% según el INE. Para abordar esta desigualdad, la UE ha implementado la Directiva (UE) 2023/970, que promueve la transparencia salarial y la igualdad de género en el ámbito laboral.
La brecha salarial de género varía significativamente entre los países europeos. Por ejemplo, en Barcelona, las mujeres ganan un 17% menos que los hombres (El País). Además, las mujeres representan el 42% de la fuerza laboral mundial y solo el 31,7% de los altos cargos, lo que indica una subrepresentación en posiciones de liderazgo (World Economic Forum). Estos datos destacan la urgencia de tomar medidas que no solo cierren la brecha salarial, sino que también promuevan la equidad de género en todos los niveles de las organizaciones.
Estudios también muestran que las desigualdades salariales tienen un impacto significativo en la economía. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que eliminar la brecha salarial podría aumentar el PIB global hasta en un 3,9%. Este dato refuerza la necesidad de implementar políticas que aborden las desigualdades de manera integral.
La Directiva (UE) 2023/970 establece medidas clave para reforzar la igualdad retributiva entre hombres y mujeres:
La directiva también introduce sanciones para las empresas que no cumplan con estas disposiciones. Los Estados miembros tienen hasta junio de 2026 para transponer la normativa a sus legislaciones nacionales, lo que plantea un reto importante, ya que las organizaciones deben prepararse tecnológica y estructuralmente para cumplir con estas obligaciones.
Un aspecto crítico de la directiva es su enfoque en garantizar que los empleados puedan acceder a información clara y comprensible sobre los criterios utilizados para determinar su salario. Asimismo, contempla la creación de sistemas que aseguren la transparencia y eviten discriminaciones.
El Big Data ofrece soluciones innovadoras para abordar la desigualdad salarial:
Un ejemplo exitoso es Salesforce, que invirtió más de 3 millones de dólares en ajustar sus estructuras salariales mediante análisis de datos (Salesforce Equality Data). Este enfoque no solo permitió identificar y corregir disparidades salariales, sino que también sentó un precedente en el sector sobre la importancia de adoptar políticas proactivas para fomentar la equidad en el lugar de trabajo. Además, esta medida tuvo un impacto positivo en múltiples niveles: mejoró la satisfacción y retención de empleados, reforzó la cultura corporativa basada en la igualdad y la transparencia y fortaleció la reputación de la empresa como líder en prácticas inclusivas y responsables. Al demostrar el valor tangible de la equidad salarial, Salesforce inspiró a otras organizaciones a seguir su ejemplo y priorizar iniciativas similares.
La tecnología desempeña un papel fundamental para ayudar a las empresas a cumplir con la Directiva (UE) 2023/970:
Empresas como Workday y SAP ofrecen soluciones tecnológicas avanzadas diseñadas para facilitar la implementación de estas medidas, ayudando a las organizaciones a adaptarse a los nuevos requisitos legales de forma eficiente. Estas plataformas no solo automatizan procesos complejos como el análisis de datos salariales y la generación de informes de cumplimiento, sino que también integran herramientas de monitorización continua que permiten identificar y abordar posibles desigualdades de forma proactiva. Además, proporcionan funcionalidades personalizables que se adaptan a las necesidades específicas de cada organización, garantizando un enfoque integral para gestionar la transparencia y la equidad salarial. Al adoptar estas soluciones, las empresas no solo cumplen con la normativa, sino que también promueven una cultura corporativa basada en la igualdad y el respeto, mejorando su imagen y fortaleciendo su compromiso con las buenas prácticas laborales.
Aunque la tecnología puede facilitar el cumplimiento de la normativa, también presenta ciertos retos:
De igual manera, las empresas deben desarrollar una estrategia clara para integrar estas tecnologías con sus sistemas existentes, minimizando interrupciones y asegurando un retorno de inversión.
En definitiva, invertir en soluciones tecnológicas no solo facilita la transición hacia un modelo más equitativo, sino que también mejora la eficiencia operativa y posiciona a las empresas como líderes en prácticas de igualdad laboral. La combinación de políticas públicas y tecnología podría ser la clave para cerrar la brecha salarial y promover una sociedad más justa y equitativa.
La brecha salarial de género en Europa
La brecha salarial de género varía significativamente entre los países europeos. Por ejemplo, en Barcelona, las mujeres ganan un 17% menos que los hombres (El País). Además, las mujeres representan el 42% de la fuerza laboral mundial y solo el 31,7% de los altos cargos, lo que indica una subrepresentación en posiciones de liderazgo (World Economic Forum). Estos datos destacan la urgencia de tomar medidas que no solo cierren la brecha salarial, sino que también promuevan la equidad de género en todos los niveles de las organizaciones.
Estudios también muestran que las desigualdades salariales tienen un impacto significativo en la economía. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que eliminar la brecha salarial podría aumentar el PIB global hasta en un 3,9%. Este dato refuerza la necesidad de implementar políticas que aborden las desigualdades de manera integral.
La Directiva (UE) 2023/970 y sus implicaciones
La Directiva (UE) 2023/970 establece medidas clave para reforzar la igualdad retributiva entre hombres y mujeres:
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Auditorías salariales: las empresas con más de 250 empleados deben realizar auditorías salariales si la brecha salarial supera el 5% sin justificación objetiva.
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Transparencia en ofertas de empleo: las ofertas deben incluir información sobre el salario inicial o su rango.
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Prohibición de consultar historial salarial: no se puede solicitar a los candidatos información sobre sus salarios anteriores.
La directiva también introduce sanciones para las empresas que no cumplan con estas disposiciones. Los Estados miembros tienen hasta junio de 2026 para transponer la normativa a sus legislaciones nacionales, lo que plantea un reto importante, ya que las organizaciones deben prepararse tecnológica y estructuralmente para cumplir con estas obligaciones.
Un aspecto crítico de la directiva es su enfoque en garantizar que los empleados puedan acceder a información clara y comprensible sobre los criterios utilizados para determinar su salario. Asimismo, contempla la creación de sistemas que aseguren la transparencia y eviten discriminaciones.
Big Data como herramienta para la igualdad salarial
El Big Data ofrece soluciones innovadoras para abordar la desigualdad salarial:
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Análisis de datos salariales: permite identificar patrones de discriminación salarial y evaluar el impacto de las políticas de igualdad en tiempo real.
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Modelos predictivos: utilizando algoritmos de aprendizaje automático, las empresas pueden predecir desigualdades futuras y ajustar sus políticas antes de que surjan problemas.
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Monitorización continua: herramientas de Big Data pueden realizar auditorías constantes para garantizar el cumplimiento normativo.
Un ejemplo exitoso es Salesforce, que invirtió más de 3 millones de dólares en ajustar sus estructuras salariales mediante análisis de datos (Salesforce Equality Data). Este enfoque no solo permitió identificar y corregir disparidades salariales, sino que también sentó un precedente en el sector sobre la importancia de adoptar políticas proactivas para fomentar la equidad en el lugar de trabajo. Además, esta medida tuvo un impacto positivo en múltiples niveles: mejoró la satisfacción y retención de empleados, reforzó la cultura corporativa basada en la igualdad y la transparencia y fortaleció la reputación de la empresa como líder en prácticas inclusivas y responsables. Al demostrar el valor tangible de la equidad salarial, Salesforce inspiró a otras organizaciones a seguir su ejemplo y priorizar iniciativas similares.
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Implementación tecnológica para cumplir con la normativa
La tecnología desempeña un papel fundamental para ayudar a las empresas a cumplir con la Directiva (UE) 2023/970:
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Sistemas de Gestión de Recursos Humanos (HRMS): estas plataformas permiten recopilar y analizar datos salariales, generando informes automáticos para las auditorías.
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Automatización de procesos: los sistemas automatizados pueden identificar brechas salariales y enviar alertas a los responsables de recursos humanos.
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Integración con Big Data: soluciones que conectan bases de datos internas con herramientas de análisis avanzadas para realizar estudios más profundos.
Empresas como Workday y SAP ofrecen soluciones tecnológicas avanzadas diseñadas para facilitar la implementación de estas medidas, ayudando a las organizaciones a adaptarse a los nuevos requisitos legales de forma eficiente. Estas plataformas no solo automatizan procesos complejos como el análisis de datos salariales y la generación de informes de cumplimiento, sino que también integran herramientas de monitorización continua que permiten identificar y abordar posibles desigualdades de forma proactiva. Además, proporcionan funcionalidades personalizables que se adaptan a las necesidades específicas de cada organización, garantizando un enfoque integral para gestionar la transparencia y la equidad salarial. Al adoptar estas soluciones, las empresas no solo cumplen con la normativa, sino que también promueven una cultura corporativa basada en la igualdad y el respeto, mejorando su imagen y fortaleciendo su compromiso con las buenas prácticas laborales.
Desafíos y consideraciones
Aunque la tecnología puede facilitar el cumplimiento de la normativa, también presenta ciertos retos:
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Protección de datos: garantizar la seguridad y confidencialidad de los datos salariales es imperativo para evitar brechas de información.
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Costes de implementación: la adopción de herramientas tecnológicas puede requerir inversiones significativas, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.
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Capacitación: es esencial formar a los equipos en el uso de las nuevas herramientas y en las mejores prácticas de ciberseguridad.
De igual manera, las empresas deben desarrollar una estrategia clara para integrar estas tecnologías con sus sistemas existentes, minimizando interrupciones y asegurando un retorno de inversión.
En definitiva, invertir en soluciones tecnológicas no solo facilita la transición hacia un modelo más equitativo, sino que también mejora la eficiencia operativa y posiciona a las empresas como líderes en prácticas de igualdad laboral. La combinación de políticas públicas y tecnología podría ser la clave para cerrar la brecha salarial y promover una sociedad más justa y equitativa.