Los vehículos modernos han evolucionado hasta convertirse en sofisticados sistemas informáticos con múltiples puntos de acceso, desde conexiones Bluetooth hasta redes móviles y APIs en la nube. Esta conectividad, aunque mejora la experiencia del usuario, también introduce nuevos vectores de ataque que los fabricantes no siempre protegen adecuadamente.
Los ataques a automóviles pueden dividirse en tres grandes categorías:
En 2015, los investigadores de seguridad Charlie Miller y Chris Valasek lograron tomar el control remoto de un Jeep Cherokee 2014 mientras se encontraba en movimiento. Este ataque demostró que era posible manipular un vehículo sin necesidad de contacto físico.
Puedes ver una demostración del hackeo en el siguiente video:
El problema radicaba en una API expuesta en Internet que no requería autenticación para aceptar comandos remotos.
Ejemplo de escaneo con Shodan para encontrar vehículos con Uconnect expuesto:
Los coches de Tesla han sido objeto de múltiples hackeos debido a su arquitectura de software y la dependencia de la conectividad en la nube. Un ataque reciente permitió a los hackers robar un Tesla Model 3 en segundos utilizando un ataque de relay Bluetooth.
Aquí tienes un video que muestra cómo se lleva a cabo un ataque de retransmisión (relay attack) a un Tesla Model 3 utilizando una vulnerabilidad en el sistema Bluetooth Low Energy (BLE):
El ataque funciona explotando Bluetooth Low Energy (BLE) y su falta de protección contra relay attacks.
Ejemplo de ataque relay con Scapy en Python:
En 2016, se descubrió que la API de Nissan Leaf permitía a cualquier persona controlar algunas funciones del coche sin autenticación, solo con el número de bastidor (VIN).
Ejemplo de consulta API sin autenticación:
Como conclusión, podemos afirmar que la seguridad en el sector de la automoción es un desafío en constante evolución. Los coches conectados ofrecen grandes ventajas, pero también implican riesgos significativos. Por ello, los fabricantes deben adoptar una mentalidad de ciberseguridad proactiva antes de que estos ataques se conviertan en una amenaza común en nuestras carreteras.
Los ataques a automóviles pueden dividirse en tres grandes categorías:
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Ataques físicos: requieren acceso al vehículo y suelen centrarse en el bus CAN, unidades de control (ECUs) o conexiones USB.
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Ataques remotos: se aprovechan de vulnerabilidades en redes WiFi, Bluetooth, APIs en la nube o sistemas de infoentretenimiento.
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Ataques híbridos: combinan técnicas físicas y remotas, como el acceso inicial a una API mal protegida y la posterior explotación local en la ECU.
Caso 1: el hackeo del Jeep Cherokee (2015) - control total a distancia
En 2015, los investigadores de seguridad Charlie Miller y Chris Valasek lograron tomar el control remoto de un Jeep Cherokee 2014 mientras se encontraba en movimiento. Este ataque demostró que era posible manipular un vehículo sin necesidad de contacto físico.
Puedes ver una demostración del hackeo en el siguiente video:
1.1 ¿Cómo lo hicieron?
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Escaneo de direcciones IP: detectaron miles de vehículos con el sistema Uconnect accesible mediante la red móvil.
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Explotación de la vulnerabilidad: descubrieron que podían ejecutar comandos en el sistema de infoentretenimiento.
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Acceso a la ECU: desde el sistema de infoentretenimiento, enviaron comandos CAN al motor, frenos y dirección.
1.2 Detalles técnicos
El problema radicaba en una API expuesta en Internet que no requería autenticación para aceptar comandos remotos.
Ejemplo de escaneo con Shodan para encontrar vehículos con Uconnect expuesto:
shodan search "port:6667 product:Uconnect"Una vez encontrada la IP del coche, podían enviar comandos remotos con un simple POST request:
import requests url = "http://jeep-vulnerable-server.com/send_command" data = {"command": "disable_brakes", "vehicle_id": "123456"} response = requests.post(url, json=data) print(response.text)Desde ahí, usando comandos CAN, lograron apagar el motor mientras el vehículo estaba en carretera.
1.3 Soluciones aplicadas
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✓ Actualización del firmware: Chrysler lanzó una actualización para cerrar el acceso remoto.
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✓ Firewalls internos: se añadieron reglas para bloquear accesos no autorizados.
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✓ Desactivación del acceso remoto por defecto: ahora, los usuarios deben habilitar manualmente la conectividad en algunos vehículos.
Caso 2: Tesla y las vulnerabilidades en su Bluetooth y API
Los coches de Tesla han sido objeto de múltiples hackeos debido a su arquitectura de software y la dependencia de la conectividad en la nube. Un ataque reciente permitió a los hackers robar un Tesla Model 3 en segundos utilizando un ataque de relay Bluetooth.
Aquí tienes un video que muestra cómo se lleva a cabo un ataque de retransmisión (relay attack) a un Tesla Model 3 utilizando una vulnerabilidad en el sistema Bluetooth Low Energy (BLE):
2.1 ¿Cómo lo hicieron?
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Interceptaron la señal de la llave digital (smartphone) usando dispositivos SDR (Software Defined Radio).
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Retransmitieron la señal a otra ubicación para engañar al coche y hacerlo creer que el propietario estaba cerca.
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Desbloquearon y encendieron el coche sin necesidad de forzar la cerradura.
2.2 Detalles técnicos
El ataque funciona explotando Bluetooth Low Energy (BLE) y su falta de protección contra relay attacks.
Ejemplo de ataque relay con Scapy en Python:
from scapy.all import * def relay_packet(packet): send(packet) # Reenvía los paquetes interceptados sniff(iface="hci0", prn=relay_packet)
2.3 Soluciones aplicadas
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✓ Autenticación multifactor en la app de Tesla.
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✓ Mejoras en Bluetooth LE para detectar relay attacks.
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✓ Actualización de la API para reducir la exposición de datos sensibles.
Caso 3: Nissan Leaf y la API sin autenticación
En 2016, se descubrió que la API de Nissan Leaf permitía a cualquier persona controlar algunas funciones del coche sin autenticación, solo con el número de bastidor (VIN).
3.1 ¿Cómo lo hicieron?
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Se analizaron las peticiones de la app móvil de Nissan.
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Se encontró que la API solo requería el VIN del coche para interactuar.
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Usando fuerza bruta, podían acceder a vehículos aleatorios y modificar la calefacción o ver datos de viaje.
3.2 Detalles técnicos
Ejemplo de consulta API sin autenticación:
import requests vin = "SJNFAAZE1U1234567" url = "https://nissan-api.com/vehicle/{vin}/climate" response = requests.get(url) print(response.text) # Devuelve la configuración del vehículo
3.3 Soluciones aplicadas
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✓ Nissan cerró la API y la rediseñó usando OAuth2.
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✓ Se impuso restricción de IPs y se limitaron las consultas.
Cómo se pueden proteger los coches conectados
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Aislamiento de redes: separar la red de infoentretenimiento de la red CAN crítica.
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Autenticación fuerte: uso de OAuth2 para APIs y claves dinámicas en Bluetooth.
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Firewalls internos y monitorización: para bloquear accesos no autorizados.
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Actualizaciones OTA frecuentes: parcheo rápido de vulnerabilidades.
Como conclusión, podemos afirmar que la seguridad en el sector de la automoción es un desafío en constante evolución. Los coches conectados ofrecen grandes ventajas, pero también implican riesgos significativos. Por ello, los fabricantes deben adoptar una mentalidad de ciberseguridad proactiva antes de que estos ataques se conviertan en una amenaza común en nuestras carreteras.
Nota importante sobre los ejemplos de código
Los fragmentos de código incluidos en este artículo son simples ejemplos ilustrativos diseñados para ayudar a comprender los conceptos explicados. No son exploits funcionales ni pueden ser utilizados para comprometer sistemas reales. La ciberseguridad es un campo orientado a la protección y concienciación, y cualquier intento de explotar vulnerabilidades sin autorización es ilegal.
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